LA
POLITICA Y LOS POLITICOS
“La palabra política viene de πόλις (polis =
ciudad). De modo que en un primer acercamiento diremos que política es todo lo
relativo a la vida de la polis.
Los griegos utilizaban muchas palabras derivadas de polis para referirse a lo político. La primera de la que hablaremos es politikos, con el sufijo –ico (πολιτικός). Esto es, lo relativo a la polis y a sus ciudadanos. El término politikos (πολιτικός) es pues sinónimo de social, por eso cuando Aristóteles dice que el hombre es un "zóon politikón" quiere decir realmente que el hombre es un animal social, que vive en un estado o ciudad sujeto a leyes elaboradas por la razón y gracias a la capacidad lingüística y moral de los hombres.
Los griegos utilizaban muchas palabras derivadas de polis para referirse a lo político. La primera de la que hablaremos es politikos, con el sufijo –ico (πολιτικός). Esto es, lo relativo a la polis y a sus ciudadanos. El término politikos (πολιτικός) es pues sinónimo de social, por eso cuando Aristóteles dice que el hombre es un "zóon politikón" quiere decir realmente que el hombre es un animal social, que vive en un estado o ciudad sujeto a leyes elaboradas por la razón y gracias a la capacidad lingüística y moral de los hombres.
Polítikos
tiene el mismo significado que la palabra politike. El adjetivo πολιτική no es
más que la forma femenina de πολιτικός. La palabra politike proviene de la
expresión πολιτική τέχνη (politiké techne), el arte de vivir en sociedad o lo
relativo a las cosas del Estado o ciudad. Posteriormente se omitió τέχνη y el
término poltiké se sustantiviza”[1].
Esta
definición la compartimos, pues de acuerdo a la literatura filosófica
efectivamente corroboramos que el hombre en primer lugar es un ser social por
naturaleza, en ese ámbito necesita reglas y normas para desarrollarse e interactuar
con los demás, es por ello que los líderes elegidos deben responder a esas
necesidades sociales y culturales del grupo humano.
Por
estos meses en nuestro querido Perú nos hemos visto abarrotado de campañas y un
carnaval de propuestas electorales, la fiesta fue tan llamativa que hemos
tenido 19 candidatos presidenciales con sus respectivas planchas de candidatos
al congreso, haciendo un ejercicio matemático podemos decir que hemos tenido
2470 ciudadanos con buenas intenciones o buenos deseos de ponerse al servicio
del país, sin embargo surge una pregunta ¿cuantos conocen a ese grupo humano o
mejor esos grupos humanos que conforman la nación peruana? ¿Dónde están y
quiénes son esos grupos humanos? Se ha logrado identificar sus necesidades
aspiraciones y deseos de la población? En fin podrían surgir más interrogantes.
Analizando
estos hechos podemos decir que los aspirantes a representantes del pueblo no
debaten ideas sino pragmatismo que satisfacen deseos inmediatos, los partidos
políticos ya no son “políticos” sino más bien grupos de personas que se unen
bajo ciertos interés y son como una combi que pasa por una gran avenida donde
los candidatos suben de acuerdo a la ruta de sus intereses, si esta combi ya no
funciona o “no paso la Valla” el dueño del “partido” desaparece hasta la
próxima aventura.
Por
ello, los electores o mejor el pueblo, ya no tiene ideologías por las cuales
aferrarse hasta caer en el dogmatismo, sino más bien ahora son acontecimientos
divertidos donde se busca ver qué candidato realiza el mejor show y en torno a
él se van canalizando intereses y la población se va agrupando, pero no hay una
convicción ideológica que lo sustente por ello no existe lealtad “política” y más
bien se acrecienta el transfuguismo.
Así
mismo podemos mencionar que el elector ya no busca una convicción ideológica
que defender, sino, busca quien le de tranquilidad emocional y la seguridad
familiar, por ello los “políticos” ya no se preocupan de proponer un plan de
gobierno sólido, sino más bien realizan estudios de mercado para identificar
necesidades y hacer propuesta que satisfagan esas expectativas, así podemos
concluir que por ahora ya no es guerra de ideologías sino guerra de
pragmatismos.
